Estas obras hablan de lo pequeños que somos 
ante la naturaleza. Somos habitantes, observadores
y vulnerables ante lo indómito que resulta nuestro entorno.
Nuestro día a día se aleja cada vez más de lo  natural. 
Sumergidos en el mundo civilizado se nos olvida donde estamos,
Solo cuando la naturaleza arremete con su fuerza indomable, 
terremotos, incendios, virus etc, ahí recién nos damos cuenta 
lo pequeños y vulnerables que somos.
Esta colección de pinturas relata esta relación,
entre humanos desprevenidos minimizados y animales salvajes
procurando su alimento.
Es un recordatorio que no estamos solos y que somos vulnerables.